sábado, 7 de julio de 2007

Mi Ley es la fuerza y el viento...



Los piratas tenemos la reputación de salvajes, impulsivos y caóticos, sin embargo cualquiera que haya pasado un tiempo en el mar sabrá que en un barco no puede existir la desorganización.
La historia de la piratería está repleta de leyes, costumbres y formas de organización política. De hecho durante el auge de la piratería caribeña las constituciones de los barcos y las asociaciones piratas fueron pioneras en su desarrollo de instituciones democráticas, formas de republicanismo, incluyendo sistemas de contrapesos a la autoridad, e incluso sistemas de pensiones. Cuando el continente americano era provincia de virreyes, gobernadores y caciques, las cofradías del mar votaban para escoger a sus capitanes y sólo aceptaban constituciones aprobadas por unanimidad. La inherente descentralización permitía experimentar y evolucionar más rápido que los imperios que los rodeaban.
Los paralelismos con el no-tan-salvaje Salvaje Oeste y la creación de leyes de forma asociativa saltan a la vista. Otro antecedente de ley descentralizada y experimental es la frontera española durante la reconquista y la concesión de fueros ventajosos para favorecer la repoblación. Por supuesto las creaciones jurídicas del Derecho Romano y el famoso suum cuique tribuere son el ejemplo clásico de justicia orgánica.





1 comentario:

Anónimo dijo...

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