No son profecías...
Hace ya bastante tiempo, hablamos de como las manipulaciones de los precios por parte de gobernantes "ilustrados" y benevolentes son a menudo no sólo contraproducentes sino destructivas. Resulta sorprendente cuanto se parece la realidad a la teoría. Lo de Egipto es especialmente sangrante, pero cosas parecidas pasan en países democráticos.
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